Hace unos pocos días, Héctor Cardona escribió el siguiente artículo sobre la celebración de los Juegos Centroamericanos en Barranquilla, para la primera edición de la revista de este certamen, que circulará próximamente:

A un año de los XXIII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018, yo como presidente de la Odecabe y mis compañeros del Comité Ejecutivo, nos encontramos llenos de entusiasmo, alegres y esperanzados con los trabajos organizativos y de infraestructura que viene realizando los miembros del Comité Organizador.
 
Barranquilla, que fue sede de los V Juegos CAC que se celebraron en 1946, se prepara como nunca para ser la capital del deporte del Caribe y de Centroamérica por segunda ocasión en su historia (también fue subsede en 2006), y Colombia, que pasa por uno de sus mejores momentos en el deporte internacional y de alto rendimiento, recibe por cuarta ocasión la gran fiesta deportiva regional que comenzó hace 91 años en Ciudad de México en 1926.
 
La costera Barranquilla es una ciudad con gran experiencia organizativa en eventos festivos y culturales, en que se destaca anualmente su gran Carnaval, uno de los mejores del continente. En esta ocasión la ciudad se está remozando con múltiples obras sociales, civiles y una renovada infraestructura deportiva, como la villa, el estadio de béisbol Edgar Rentería, los estadios de fútbol Romelio Martínez y Moderno, el complejo acuático, el Elías Chegwin en baloncesto, el complejo de raquetas, el Humberto Perea para el voleibol, entre otros. 
 
Estas obras unidas a otros complejos deportivos existentes en la ciudad, más el apoyo de las subsedes de Cali y de Bogotá, dan confianza a los países y a los competidores que los escenarios deportivos para los Juegos van a ser de excelencia y de alto nivel competitivo.
 
Pero los Juegos son más que obras y escenarios deportivos, el factor humano y su gente son de suma importancia para el éxito de un proyecto tan complejo como son unos Juegos Multideportivos, que recibirán a unos 15 mil personas entre competidores, oficiales, médicos, periodistas, jueces y árbitros, más miles de familiares de los atletas participantes, así como turistas deportivos. 
 
En ese aspecto, como presidente de la Odecabe estoy sumamente confiado ya que he podido compartir con el entusiasta alcalde Alejandro Char y su grupo de trabajo, más los miembros del Comité Organizador, liderado por Daniel Noguera, que está lleno de gente joven, preparada y comprometida con este proyecto que  hace que se perfilen como unos Juegos históricos, novedosos y de impacto en la larga historia de nuestra organización.
 
Desde ya, la organización de los XXIII Juegos CAC de Barranquilla 2018 ha dejado una huella histórica, antes que comiencen los actos inaugurales. En estos Juegos competirán por primera vez siete Miembros Asociados, que son territorios sin Comités Olímpicos propios. Los nuevos miembros son Guadalupe, Martinica, Guyana Francesa, Curazao, Turcos and Caicos, San Marteen y Anguila. Ellos se unen a los 31 miembros activos de la Odecabe, elevando la matrícula de participación a 38 países y territorios, la mayor cifra en la historia de los Juegos.
 
Otras novedades en los Juegos es que se competirá en 468 eventos, segundo total más alto de pruebas en la historia, solo superada por la edición de Mayagüez 2010 que tuvo 492. Las disciplinas deportivas convocadas suman 47, el más alto de la historia con nuevas pruebas como el baloncesto 3x3 en ambos sexos y cantidad de eventos que debutan internacionalmente.
 
Los Juegos de Barranquilla serán novedosos, ya que atenderán como nunca el tema de equidad de género. De los 468 eventos convocados, 225 serán en hombres para un por ciento  de 51,13, mientras las mujeres competirán en 215 pruebas, que es un por ciento de 48,86, el más alto en toda la historia del olimpismo en todos sus eventos organizados. A esas cifras, hay que añadir que el programa deportivo tiene reservado otros 28 eventos mixtos, superando cualquier experiencia previa.
 
Barranquilla 2018 se está preparando para unos Juegos históricos, novedosos, inolvidables, impactantes, así lo percibimos desde la Odecabe a un año de los Juegos.